Esta segunda entrega de L4D mejora varios aspectos del juego, en especial lo relacionado a detalles ambientales, que (como diría Tarantino) es precisamente lo que "vende" a una historia.
Lamentablemente, no se saca nada con tratar de hacer más intensa una historia que prácticamente no existe. Y es que el fuerte del original L4D estaba en que cada capítulo era una auténtica película de Halloween interactiva. Y es esta clase de aventura la que justamente se hecha de menos.
En definitiva, L4D2 termina siendo algo así como la parte 6 de Jason vs Freddy, un festival de tripas y mediocridad.
Veredicto: Mas-o-menos no-mas
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