En algún momento a alguien se le ocurrio que la combinación de Diablo + Tomb Raider sería todo un hit. De esta manera nos encontramos con Lara Croft and the Guardian of Light, una de las experiencias más raras en videojuegos.
Por ejemplo, la característica vista isométrica de los juegos tipo Diablo no cuaja con el estilo de Plataformas de Tomb Raider. Aún asi, los desarrolladores hicieron un trabajo extraordinario adaptando ambas cosas.
Pero da la impresión de que al hacerlo gastaron tanto tiempo y recursos que no pudieron sino crear una experiencia muy corta, completable en tan solo un día. Lástima.
Veredicto: Mas-o-menos no-mas
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